martes, 4 de noviembre de 2008

Graffitis



Intentando ser fiel a mi diario virtual...un día nuevo, una post nuevo.
Habéis visto la foto ¿verdad? la saqué esta tarde en mi camino de vuelta a casa. He decidido llevar conmigo mi cámara fotográfica siempre que pueda. Es una manera original y fidedigna de presentar mis entradas. Se me ha ocurrido pensar en los graffitis como expresión artística y no como un acto de rebeldía adolescente como diría mi buena madre. Un pasadizo como este resulta asustadizo hasta para el más machote de la ciudad a altas horas de la noche; una luz tenue, un edor insoportable desprendido desde alguna apretada vejiga en un momento solitario, un ruido que parece seguir tus pasos sigiloso... ¡Venga ya! ¡Corta el royo! son las 8 de la tarde y una docena de coches circulan sobre tu cabeza, un abuelete acaba de adelantarte y el olor de días anteriores se lo han llevado las lluvias otoñales; ¡¡estamos en una galería de arte!! Seguro que nunca os habéis parado a contemplar detalladamente uno de esos dibujos que adornan nuestras paredes urbanas. Y seguramente nunca os habéis imaginado lo difícil que debe resultar darles forma. Qué importa si quien lo pinta lleva ropa ancha y no parece tener cara de buenos amigos. ¡Por favor! Su vestimenta es uno de los elementos básicos de la cultura que representa y su gesto busca desconfiado la amenaza de quién intenta prohibir la expresión de su arte. El blanco de las paredes nunca es impoluto y al igual que un buen cuadro decora tu cabeza sobre el sofá del salón, un graffiti, en el lugar adecuado, embellece y enriquece una ciudad.

--> Escuchando: DMX feat. Seal - "I wish"

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